lunes, 1 de octubre de 2012
¡Que sorpresa escucharte!
Recuperarme fue un proceso de un millón de sentimientos; en una balanza puse los buenos y malos tiempos. Para mi sorpresa me vi sonriendo pero a la misma vez sentí mis lagrimas cayendo. Entonces me di cuenta que yo nunca podría odiarte. Nos hicimos tanto daño, Dios se fue de parte y parte. Aún nos quedan las cenizas y memorias imborrables de un fuego que se apago ... así es el desamor.
No me pidas lo que yo no puedo dar, el pasado no se puede ya recuperar.
De corazon conmigo tu puedes contar pero no me hables de amor...
yo te ayuda a olvidar.
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